Las 7 mejores técnicas de estudio

Las 7 mejores técnicas de estudio para alcanzar tus objetivos

Si quieres labrarte una carrera de éxito en el sector de la gestión empresarial, necesitas interiorizar una máxima desde ahora mismo: nunca dejes de aprender. La formación continua es el impulso que te ayudará a crecer como profesional y como persona a lo largo de tu carrera.

No debemos olvidar que vivimos en un contexto de mercado altamente volátil, tremendamente competitivo y completamente digitalizado. Esta realidad exige líderes empresariales actualizados que estén en desarrollo constante y con ansias de seguir mejorando cada día a través de nuevas experiencias y formaciones.

El Master en Dirección de Empresas es una de las titulaciones de alto nivel más solicitadas por parte de ejecutivos, directivos y emprendedores para continuar ampliando conocimientos y capacidades, además de ser el título mejor valorado por parte de las empresas.

Si ya has hecho de la formación tu camino para conquistar tus metas laborales y estás pensando cursar un Executive MBA Valladolid, conocer las mejores técnicas de estudio puede ayudarte a obtener mejores resultados.

Las 7 mejores técnicas de estudio para maximizar tu aprendizaje

Para maximizar tu aprendizaje y que consigas desbloquear todo tu potencial, hemos preparado este artículo recopilatorio con los 7 métodos más efectivos que te ayudarán a alcanzar tus objetivos. Vamos a descubrirlas.

1. Método Pomodoro

Puede que hayas oído hablar del método Pomodoro, ya que no solo es aplicable al estudio, sino a cualquier actividad que requiere estar concentrado con el objetivo de potenciar la productividad. Se trata de una técnica de gestión del tiempo que propone dividir el tiempo en intervalos específicos y limitados.

Para ponerlo en marcha, necesitas tener a mano un temporizador y configurar un periodo de tiempo fijo, habitualmente de 25 minutos. Estos intervalos son conocidos como «pomodoros». Durante este tiempo de estudio trabaja con foco, concéntrate únicamente en la tarea elegida y evita cualquier distracción. Al finalizar el “pomodoro”, haz un descanso breve de 5 minutos. Aprovecha para estirarte, ir al aseo, tomar un pequeño refrigerio o, simplemente, relajarte en la silla.

Tras el descanso, inicia un nuevo ciclo de 25 minutos. Después de completar cuatro “pomodoros”, podrás hacer un descanso más prolongado de entre 15 y 30 minutos en el que podrás desconectar y recuperar energía.

Esta técnica de estudio funciona bien para mantener la concentración, la capacidad de retener información y aprovechar al máximo tu tiempo de estudio. Eso sí, si quieres implementarla con efectividad necesitarás crear un ambiente de trabajo calmado y libre de interrupciones, incluida cualquier alerta que puedan emitir los dispositivos electrónicos.

2. Mapas mentales

Los mapas mentales son un clásico entre las técnicas de estudio por su eficacia para resumir y organizar información compleja. Asimismo, ayudan al alumno a establecer conexiones entre diferentes temas, estimular la creatividad y generar nuevas ideas.

Para ponerla en marcha, puedes comenzar anotando el concepto principal que deseas explorar en el centro de una hoja en blanco (puede ser digital o en papel). A partir de ahí ve ramificando las ideas centrales y las palabras clave para conectarlas con el tema principal. Puedes utilizar colores diferentes para cada rama y realizar gráficos o dibujos si te ayuda a mejorar la comprensión.

Te recomendamos recurrir a esta técnica de estudio para aprender sobre temas más complicados, preparar resúmenes antes de exámenes e incluso planificar proyectos y presentaciones. De hecho, si una de tus capacidades es la memoria visual, los mapas mentales te resultarán extremadamente útiles.

3. Método SQ3R

La técnica de estudio SQ3R está diseñada para ayudar a los estudiantes a concentrarse, comprender y procesar la información escrita, además de mejorar la capacidad de retención de la información.

Por otro lado, los estudios al respecto han demostrado que esta técnica favorece el pensamiento crítico, una habilidad esencial que todo líder empresarial debería dominar.

SQ3R es el acrónimo que representa los cinco pasos que integran este método. Los vemos en detalle:

  1. Examinar (Survey): Revisa el texto para obtener una comprensión inicial prestando atención a los elementos más destacados como encabezados, gráficos o negritas. Esta lectura es beneficiosa para la comprensión lectora, ya que prepara el sistema de procesamiento del cerebro para el aprendizaje.
  2. Preguntar (Question): Comienza a plantearte preguntas sobre el contenido del texto. Para ello, transforma en preguntas los títulos y subtítulos que aparecen en el material de estudio. Este tipo de preguntas contribuyen a guiar el proceso de lectura y a hacerlo más eficiente.
  3. Leer (Read): Lee el texto mientras respondes a las preguntas que has planteado previamente. Al hacerlo, tendrás que elegir con cuidado la información que necesitas para responder a esas cuestiones, algo que facilita la concentración.
  4. Repetir (Recite): Se trata de “traducir” toda la información que has leído en tus propias palabras. Al hacerlo estarás ayudando a tu cerebro a procesar la información y transferir la memoria de corto plazo a largo plazo. Puedes aprovechar para escribirla y poder estudiarla más adelante.
  5. Repasar (Review): Implica revisar los encabezados identificados en el primer paso y resumir toda la información en respuestas con tus propias palabras.

Al seguir este método sistemático, verás cómo te involucras de forma más efectiva con el texto y entrenas tu capacidad para recordar lo que lees.

7 Técnicas de estudio para alcanzar tus objetivos

4. Técnica de repetición espaciada

La técnica de estudio de repetición espaciada es especialmente útil para memorizar y retener la información a largo plazo. Este método se fundamenta en la curva del olvido, que muestra cómo tendemos a olvidar rápidamente la información si no la repasamos de manera periódica. Cuando nuestros cerebros casi olvidan algo, trabajan de forma más intensa para recordar esa información.

Espaciar las sesiones de estudio facilita que la mente establezca conexiones entre ideas y construya un conocimiento que pueda recordar fácilmente en el futuro. Para ello, planifica con antelación las jornadas de estudios y distribúyelas durante varias semanas e incluso meses. En cada sesión comienza revisando poco a poco la información que estudies por primera vez y, antes de concluir, repasa la información anterior más antigua para reforzar el recuerdo.

Como ves, la práctica de pretender memorizar toda la información en el último momento dándose un atracón de estudio, no resulta para nada efectiva.

5. Técnica de estudio Feynman: enseñar a otros

La técnica Feynman consiste en simplificar y explicar conceptos complejos como si se los estuvieras enseñando a otra persona. Al intentar reproducir una idea con tus propias palabras, te aseguras de que has comprendido el tema en profundidad y eres capaz de detectar lagunas de conocimiento para corregirlas antes de una prueba o examen.

Por tanto, gracias a este método de estudio, no solo aprendes de una forma efectiva, asegurándote de que has entendido un concepto más allá de memorizarlo, sino que, además, eres capaz de identificar áreas que necesitan un estudio adicional para reforzarlas.

Utilizar la técnica Feynman es muy fácil. Basta con seleccionar el tema a estudiar, tomar notas de los conceptos clave y explicarlo con términos claros y sencillos. Puedes imaginarte que eres un profesor en clase y necesitas explicar el tema para que tus alumnos lo entiendan perfectamente.

Si durante la exposición te percatas de que hay detalles que no puedes narrar con precisión y rigor, vuelve al material de estudio e investiga más a fondo en busca de las respuestas. Después, intenta de nuevo ofrecer esa explicación hasta asegurarte de que no resulta confusa e incompleta. Es entonces cuando estarás seguro de que has comprendido e interiorizado a fondo la materia.

Este es el motivo por el que esta técnica es tan efectiva, puesto que requiere que salgas de tu zona de confort para condensar incluso los temas más complejos en fragmentos breves que sean fácilmente digeribles.

Si en tus clases participas en grupos de estudio y debates, estarás contribuyendo a poner en marcha esta técnica de estudio, compartiendo tu conocimiento y reforzando tu aprendizaje.

6. Método Leitner 

El método o sistema Leitner, que debe su nombre a su precursor, el científico alemán Sebastián Leitner, emplea el concepto de repetición espaciada, que hemos visto anteriormente. Por tanto, se trata de un enfoque de memorización que utiliza intervalos de tiempo, aunque para ello introduce una herramienta diferente conocida como tarjeta didáctica.

Estas tarjetas se colocan en diferentes compartimentos, casilleros o cajas y se revisan en intervalos de tiempo crecientes. Cuando una tarjeta se responde correctamente, se mueve al siguiente compartimento. Si se responde incorrectamente, vuelve al compartimento inicial. Esto permite la repetición espaciada y mejora la retención y recuperación de la información.

Como ves, el sistema Leitner obliga a tu cerebro a recuperar la información de las tarjetas didácticas en diferentes intervalos en función de tus éxitos anteriores. La reorganización constante de estas tarjetas es donde realmente se demuestra el poder de esta técnica de estudio, ya que, en función de tu desempeño, los intervalos de espacio de una tarjeta en concreto aumentarán o disminuirán.

Con esto se consigue que las tarjetas que te resultan más difíciles y complicadas de recordar se estudien con más frecuencia, mientras que las que se memorizan fácilmente se estudien con menor frecuencia.

7. Método del caso

El método del caso une la teoría con la práctica y promueve una forma de aprendizaje participativa a través de la cual los alumnos adquieren habilidades de pensamiento crítico, comunicación, escucha activa, resolución de problemas y toma de decisiones. Recuerda que todas ellas forman parte de las principales habilidades para ocupar un puesto directivo y gestionar con eficacia un negocio hoy en día.

Se trata, por tanto, de aprender haciendo y esto se logra exponiendo en el aula situaciones del mundo real para que los alumnos se impliquen de forma activa en su resolución. A través de estos casos, los estudiantes pueden aplicar sus conocimientos teóricos en situaciones reales o simuladas y desarrollar habilidades prácticas para resolver problemas y tomar decisiones informadas.

Por su efectividad, se trata de una técnica ampliamente utilizada para estudiar en Escuelas de Negocios e instituciones formativas de alto nivel en las que se instruyen futuros profesionales del sector de las finanzas y la empresa. Es el caso del Máster en Administración de Empresas organizado por la Cámara de Valladolid, que convierte el aprendizaje práctico en piedra angular de su programa formativo.

Si todavía no lo conoces y quieres ampliar tus aptitudes profesionales en la gestión de negocio, te invitamos a echarle un vistazo. Si tu afán por aprender y adquirir nuevas experiencias no termina nunca, te aseguramos que cada día estarás más cerca de convertirte en un líder empresarial de éxito.