El liderazgo es la capacidad de un individuo para inspirar y guiar a otras personas hacia la consecución de unas metas compartidas. Los líderes son decisivos para que una empresa avance con paso firme hacia el futuro conquistando sus objetivos de negocio.
Sin embargo, no todos los líderes emplean métodos, habilidades o estilos similares para desarrollar su función y afrontar las coyunturas que surgen en su día a día. En este artículo ahondamos en los estilos de liderazgo más comunes.
Cabe señalar que cada estilo de liderazgo influye de forma diferente en la empresa. Un buen líder debe ser capaz de adaptarse a diferentes estilos en función del modelo de negocio, los empleados, la cultura organizacional, el lugar de trabajo o la situación que afronte actuando en consecuencia.
Por ejemplo, algunas decisiones comerciales pueden requerir un estilo de liderazgo autoritario, mientras que otras pueden requerir uno democrático.
Veamos cuáles son los principales estilos de liderazgo que debes conocer si quieres convertirte en un empresario de éxito.
1. Liderazgo autoritario
También conocido como liderazgo autocrático o coercitivo, los líderes autoritarios toman decisiones sin tener en cuenta la opinión o las sugerencias de otros miembros del equipo. Por tanto, el líder decide los objetivos, procedimientos y tareas; asume el control y se convierte en responsable de la situación.
Los empleados, que actúan motivados por un sistema estructurado de castigos y recompensas, deben acatar las órdenes que dicte el líder sin necesidad de que este ofrezca ninguna explicación, además de completar sus tareas bajo una estrecha supervisión.
- Ventajas: el liderazgo autoritario puede resultar efectivo en situaciones de crisis cuando se deben tomar decisiones rápidas. Al existir una cadena de mando clara, las tareas se realizan de manera más eficiente y se reduce el estrés entre los empleados.
- Desventajas: este estilo de liderazgo impide las sinergias, la comunicación, la innovación y el trabajo colaborativo, factores que pueden conducir a la falta de motivación, a un ambiente de trabajo hostil y a una escasa satisfacción laboral. En consecuencia, puede existir una alta rotación de personal.
2. Liderazgo democrático
Este estilo de liderazgo, también designado participativo, invita a los empleados a involucrarse en los procesos de toma de decisiones. Los líderes democráticos poseen altas habilidades de comunicación y son capaces de compartir el poder y la responsabilidad. Buscan el consenso y son excelentes oyentes.
El liderazgo democrático fomenta la sabiduría colectiva y la confianza con los empleados. Los empodera y los anima a compartir sus aportes e ideas sobre temas importantes, demostrando así su valor para el equipo.
Ventajas: La satisfacción entre los empleados aumenta, ya que se sienten involucrados en el proceso de toma de decisiones. Asimismo, se desarrollan competencias de trabajo en equipo.
Desventajas: Es un liderazgo que no funciona bien en situaciones estresantes o que requieren una actuación rápida, puesto que el proceso de toma de decisiones se ralentiza. Incluso puede conducir a la toma de decisiones erróneas si los miembros del equipo no están realmente cualificados o no cuentan con la experiencia suficiente para asesorar con éxito.
3. Liderazgo burocrático
Los líderes burocráticos tienden a seguir los métodos, sistemas, normas y procedimientos establecidos que ya han demostrado ser eficientes. Por ende, el burocrático es un estilo de liderazgo que favorece la estructura rígida, consiguiendo que una empresa funcione como un engranaje perfecto, ya que los empleados conocen su función y los procesos a seguir.
Es un estilo de liderazgo extendido en empresas grandes y afianzadas o en entornos altamente regulados donde el cumplimiento de reglas estrictas es importante.
Ventajas: Dado que se trata de un estilo de liderazgo basado en roles jerárquicos y en una cadena de mando clara, la eficiencia aumenta.
Desventajas: Se espera que los empleados sigan reglas específicas creadas por sus superiores. En consecuencia, el riesgo, la innovación o el cambio no están presentes en el liderazgo burocrático. Esto puede desmotivar al personal y restar oportunidades de crecimiento a la empresa al no saber adaptarse a un mercado cambiante.
4. Liderazgo transaccional
Estamos ante un estilo de liderazgo que se fundamenta en un sistema de recompensas y castigos: dar y recibir. El líder establece roles y responsabilidades para cada empleado. Asimismo, fija los objetivos y recompensa a los trabajadores que alcancen dichas metas con una bonificación, como por ejemplo recompensas financieras.
Por tanto, este tipo de líderes empresariales se centran más en seguir protocolos y procedimientos fijados de forma eficaz que en activar cambios que impliquen una transformación de la organización. El liderazgo transaccional o gerencial resulta común entre los equipos de venta.
Ventajas: Los empleados pueden sentirse motivados e incrementar su productividad ante el estímulo de la recompensa. El trabajo se vuelve eficiente porque cada miembro del equipo tiene claro su papel y los objetivos a alcanzar.
Desventajas: La innovación se frena, puesto que no hay cabida para la creatividad. Si el liderazgo carece de empatía y de gestos de agradecimiento, más allá de las bonificaciones habituales, se puede llegar a ralentizar el rendimiento de los empleados ante la falta de compromiso.
5. Liderazgo transformacional
Mejorar continuamente y empujar al equipo fuera de la zona de confort para conquistar grandes objetivos es la meta que persiguen los líderes transformacionales, que siempre miran hacia el futuro, aman el cambio y son capaces de ver el potencial de quienes le rodean.
Este estilo se suele asociar con líderes carismáticos, elocuentes y persuasivos con altas capacidades de comunicación. A través del liderazgo transformacional, el líder busca generar lazos y crear una conexión a nivel emocional con el equipo para motivarles e inspirarles a ir más allá de sus posibilidades iniciales para alcanzar objetivos ambiciosos.
Ventajas: La motivación entre los trabajadores es alta. Esto se traduce en una mayor implicación en el desempeño laboral y en una menor rotación.
Desventajas: El ímpetu de los líderes transformacionales que tienden a no seguir protocolos de forma rígida puede saturar a quienes les rodean si no reciben la capacitación ni la dirección adecuadas.
6. Liderazgo de laissez-faire
El término laissez-faire proviene del francés y traducir de forma literal significa “dejar hacer”. Este estilo de liderazgo, también llamado delegativo o de no intervención, se puede considerar el más relajado.
El líder proporcionará a los empleados la información y los recursos que necesitan y confía en el equipo para alcanzar los resultados esperados. Este estilo de liderazgo funciona cuando los empleados cuentan con suficiente experiencia, están capacitados y requieren poca supervisión.
Ventajas: Dado que el líder actúa de forma menos intrusiva, permite a los miembros del equipo explorar estrategias creativas e innovadoras.
Desventajas: Este estilo puede limitar el desarrollo del equipo, ya que hay personas que pueden necesitar una guía o un enfoque por parte del líder que no van a obtener. Esto limita las oportunidades de crecimiento y puede generar ineficiencia, insatisfacción laboral y caída de la productividad.
7. Liderazgo de coaching
Los líderes estilo coaching tienen un interés genuino en apoyar y ayudar a otros a alcanzar el éxito, alentando a los empleados a desarrollar sus propias fortalezas. Se preocupan por conocer con profundidad los valores, las motivaciones, las debilidades y los sueños de los miembros del equipo para poner el énfasis en su crecimiento.
La comunicación es clave dentro de este estilo de liderazgo con el que se logra fomentar un ambiente de trabajo positivo y motivador.
Ventajas: Este estilo promueve el desarrollo de nuevas habilidades, el pensamiento libre, el empoderamiento y fomenta una cultura de confianza en la empresa. Por ello, resulta efectivo para despertar y desarrollar el talento de la fuerza laboral dentro de la organización.
Desventajas: Requiere tiempo, experiencia y dedicación por parte de los líderes. Igualmente, este estilo de liderazgo requiere enfrentar desafíos cuando los trabajadores se resisten al cambio o no muestran interés en su propio desarrollo profesional.
Conclusión
Después de este recorrido, ya tienes conocimiento del perfil de cada uno de los principales estilos de liderazgo más extendidos en la actualidad. Recuerda que, para conquistar tus metas profesionales al igual que personales, la formación es un factor clave que marca la diferencia. Por ello, desde el MBA Valladolid que se imparte en la Cámara de Comercio, te invitamos a valorar la opción de tomar una de las mejores decisiones de inversión para adquirir las competencias y aptitudes que todo líder efectivo debe dominar para gestionar personas y empresas que solo buscan el éxito.